El euskera en en lenguaje común de los antioqueños
Citando al estudioso de la lengua vasca José Miguel Ramírez podemos encontrar algunas relaciones léxicas que el lenguaje popular antioqueño tiene con el euskera.
“Los antioqueños hablan español y no euskera, claro, pero el habla antioqueña observada de cerca, tiene sabor vasco, tan vasco como el sabor de nuestros fríjoles acompañados con carne de cerdo. Son de origen vasco los vocablos ‘ama’ ( mamá ), ‘coscorria’ ( inservible, inepto ), y ‘canilla’ ( grifo ), por nombrar solo algunos son de origen vasco, pues fueron traídos a estas cordilleras, por vascos bilingües, forzados a hablar castellano para poder hacerse a la mar, o bien avergonzados de su lengua materna movidos por prejuicios sin fundamento que imperaban en aquellos tiempos de la colonia, y que desgraciadamente perviven entre muchos vascos aún en nuestros días. También es vasca nuestra pronunciación, por ejemplo, nuestra ‘s’ apicoalvelar tan marcada y nuestra ‘ll’ africada, y no nos olvidemos de la aversión a ciertas erres iniciales de nuestros campesinos: arrecostarse, arrecoger, arrecordarse, en lugar de recostarse, recoger, recordarse, etc.”
Muchas de estas palabras son empleadas comúnmente por otras regiones de España o incluso en Hispanoamérica, no obstante, no es desdeñable referirse a ellas dado que presentan alguna similitud con el euskera. Por tal razón, conviene citar otras palabras que se pueden añadir como un posible ejemplo del sustrato vasco en Antioquia, las cuales serían:
1 Arre: relacionado con arriero
2. Arrequín, Arrekin
a. (Hispam.) m. Persona que está siempre al lado de otra para ayudarla o acompañarla.
b. (Hispam.) Animal que guía la recua.
3. Charro
4. Copete
5. Coscorrón
6. Carcacha
7. Ñarria: (Del vasco narria.) En Antioquia se emplea de manera despectiva para denotar a una persona desatinada. El término pudo derivar de algo pesado, desatinado, entre otras. Lo distintos significados para Ñarria serían:
a. Cajón o escalera de carro, a propósito para llevar arrastrando cosas de gran peso.
b. (Familiar, sentido figurado): Mujer gruesa y pesada, que se mueve con dificultad.
c. (Familiar, sentido figurado): Mujer que por llevar muchos guardapiés iba hueca y abultada.
8. Maqueto, Maqueta (del vasco Maketo): en Antioquia es frecuente emplear el término para aludir a alguien que hace las cosas mal, alguien inepto.
Por otro lado, existen en castellano palabras que pueden tener sus raíces en el euskera, las cuales son asiduas en el habla antioqueña, entre ellas podemos citar: Alud, Aquelarre, Arroyo, Ascua, Becerro, Bizarro, Boina, Chaparro, Charro, Chatarra, Chispear, Garrapata, Izquierda, Pestaña, Pizarra, Socarrar, Vega, Zanca, Zorra, Zurdo, Zurrón.
Así mismo, otras palabras que en castellano pudieran tener alguna raíz vasca podrían ser: Chiquito; Galápago, Gazapo, Madroño, Manteca, Maraña, Mochila, Muérdago, Parra, Parranda, Sapo, Sarna, Sarro, Urraca, Vasco, Vizcaíno, Barranca, Barro, Bayoneta, Chaparrón, Charco.
Lo anterior para hacer notorio el hecho de que por algún motivo en nuestra cotidianidad hemos pronunciado alguna palabra que tienen un origen remoto en el euskera, sin siquiera imaginarlo.
El euskera en los apellidos antioqueños
Los apellidos euskaros son muy prolíferos en Antioquia, lo cual nos haga pensar que son apellidos típicos antioqueños, ignorando de este modo que se tratan de apellidos que tienen un origen etimológico en euskera. Algunos de los más comunes son los que a continuación se presentan:
Aguirre ← agirre ← ager(i), manifiesto, patente.
Alzate ← alza, aliso + ate, paso, lugar.
Amézquita ← amezketa ← amez, carballo, quejigo + keta, abundancia: apellido
Ancízar ← anzi, fango + zu, abundancia.
Anzoátegui ← anzoategi ← Anzo, Sancho + tegi, lugar.
Apráez ← apraiz ← Aper, Aper, nombre de persona + –iz, –ez (genitivo lat.).
Arana ← aran, valle + –a, el (artículo).
Aranguren ← aran, valle + guren, límite.
Arbeláez ← arbelaiz ← arbel, pizarra + aiz, peña.
Arce ← arze, pedregal.
Argáez ← argaiz ← arri, piedra + gaiz, enorme.
Aristizábal ← areiztizabal ← areiz, roble + zabal, ancho, plaza.
Arizabaleta ← areizabaleta ← areiz, roble + zabal, ancho, plaza + eta, abundancia.
Arizmendi ← ariz, roble + mendi, monte.
Arrieta ← arri, piedra + eta, abundancia.
Arroyabe ← arroia, arroil, desfiladero + behe, suelo, parte inferior.
Arroyo ← arroia, arroil, desfiladero ← arrugia, mina de oro ← rugia, canal, riachuelo.
Ayala ← aia, declive.
Barreneche ← barrenetxe ← barren, extremo inferior + etxe, casa.
Berrío ← berri, nuevo + –o (suf. adj.).
Bolívar ← bolibar ← bol, molino + ibar, vega.
Borda ← borda, caserío.
Caicedo ← Kaizedo, pueblo vasco.
Carvajal ← carvajo ← carba ← karba, roble.
Chávez ← etxebe ← etxe, casa + behe, suelo, parte inferior.
Cortázar ← kortazar ← korta, establo + zahar, viejo.
Duarte ← d, de (lat.) + uarte, confluencia de ríos.
Durango ← Turanko, nombre de persona.
Echandía ← etxeandia ← etxe, casa + handi, grande.
Echeverri ← etxaberri ← etxe, casa + berri, nuevo.
Elejalde ← eleizalde ← eleiz, iglesia + alde, lado.
Erazo ← era, ? + zo, abundancia.
Esguerra ← ezkerra ← eskerra, zurdo.
Esquibel ← eskibel ← es, peña + gibel, parte posterior.
Galarza ← galar, leño + za, abundancia.
Gamarra ← gamarra ← gamarra, correa para amarrar el caballo.
Garay ← garai, granero.
García ← Garzia, nombre de persona.
Garnica ← garnika ← gar, ? (vas.) / garn, ? (íb.) + ika, finca (cel.).
Gaviria ← gabiria ← gabi, mazo + –iri, cerca.
Guevara ← Gebala, población vasca.
Ibarra ← ibar, vega.
Iriarte ← iri, villa + arte, espacio.
Isaza ← isasa, retama.
Izaguirre ← aizagirre ← aiz, viento + ager(i), manifiesto, patente.
Jaurégui ← jauregi ← jaur, jaun, señor + egi, lugar.
Loyola ← loiola ← loi, lodo + ola, cabaña.
Maturana ← Matur, nombre de persona + ana, villa.
Mendieta ← mendi, monte + eta, abundancia.
Mendoza ← mendi, monte + oza, frío.
Mojica ← moj, ? (vas. / cel.) + ika, finca (cel.).
Muñoz ← Mun, nombre de persona + –oz (sufijo patron.).
Navas ← nava ← naba, llanura.
Ochoa ← Otxoa, nombre de persona ← otso, lobo.
Olave ← olabe ← ola, cabaña + be, suelo.
Olano ← ola, cabaña + –no, –ito (suf. dim.).
Orozco ← orozko ← oroz, ? + ko, lugar.
Ortega ← elortegi ← elor, espino + tegi, lugar.
Ortiz ← Orti, nombre de persona + –iz, –ez (genitivo lat.).
Ospina ← ozpin, vinagre.
Otálora ← ota, brezo + lora, flor.
Rentería ← errenteria, aduana.
Ricaurte ← rekaurte ← errek, arroyo + arte, espacio.
Salazar ← sala, casa + zahar, viejo.
Saldarriága ← zaldi, caballo + arri, piedra + aga, lugar.
Sarasola ← sarats, sauce + ola, cabaña.
Solarte ← solo, campo + arte, espacio.
Suescún ← sueskun ← sues, ? + gune, lugar.
Upegui ← upegi ← upa, barril + gi, casa.
Uribe ← uri, villa + behe, suelo, parte inferior.
Urquijo ← urkizo ← urki, abedul + zo, abundancia.
Urrea ← urri, avellana.
Useche ← usaetxe ← uso, paloma + etxe, casa.
Vargas ← varga ← *barga, campo inundado, pendiente de una cuesta.
Vega ← *baika, llano, llanura.
Velandia ← belaundia ← belar, cuervo + handia, grande.
Velasco ← belasko ← belar, cuervo + –sko, sufijo afectivo.
Vergara ← bergara ← berga ?
Zabala ← zabal, ancho.
Zuleta ← zulo, cueva + –eta, suf. de lugar.
Zuluaga ← txuloaga ← txulo, hueco + aga, lugar.
Toponimias vascas en el territorio antioqueño
La toponimia vasca se hace evidente en toda la geografía, topografía, hidrografía y accidentes físicos en Antioquia. Vale la pena aclarar que la mayoría de estos corresponden a apellidos de colonos vascos que se asentaron en estas tierras y dejaron familias.
Con estos apellidos se denominan plazas, veredas, corregimientos, pequeños municipios, pero también sitios, haciendas, quebradas, cerros, ramales, lomas, cuchillas, serranías, páramos, picos, boquerones, altos, mesetas, arroyos, ríos, caños, cañadas, ciénagas, lagunas, parajes, lugares, brazos y playones fluviales, puertos, puntas costaneras, bahías entre muchas otras que tienen apelativos tales como: Araos, Aldana, Aguirre, Arteaga, Arango, Bedoya, Berrio, Cano, Echeverri, Heredia, Barreneche, Alzate, Aránzazu, Gamarra, Gaviria, Isaza, Londoño, Marulanda, Ochoa, Ormaza, Orozco, Ospina, Salazar, Uribe, Ibarra, Mendoza, Mondragón, Múgica, Munguía, Oquendo, Orozco, Pamplonita, Peralta, Roncesvalles, Salazar, Samaniego, Vergara, Viana, Vizcaya, Zárate, Zúñiga.
En relación a los vascos universales tenemos plazas de San Ignacio de Loyola y otras plazas, calles y barrios que recuerdan los apelativos de algunos prohombres de origen vasco como Aguinaga, Aránzazu, Arbeláez, Alzate, Avendaño, Berrío, Bolívar, Echeandía, Olaya y Urdaneta.
Entre los pueblos y ciudades tenemos algunos que toman apellidos vascos como: Ciudad Bolívar, Puerto Berrío, Villa Arteaga (en Uraba), Marulanda, Caicedo, Aranzazu y Olaya, entre otros. A esta lista podríamos agregar Roncesvalles que, aunque fue castellanizado pues su forma euskerica sería Orreaga, es de clara inspiración del paisaje vasco-pirenaico como lo anota Francisco de Abrisqueta diciendo: “A este Roncesvalles lo crearon colonos antioqueños de alta montaña, en 1925. Encontraron similitud entre el bravío paisaje andino que tenían delante y las descripciones pirenaicas, «y lo llamaron Roncesvalles, a iniciativa de una de las familias establecidas allí, que era muy dada a distraer sus ocios leyendo las historias de Carlo Magno y sus doce pares», según se lee en la historia de este municipio tolimense.”
Como el anterior varios sitios menores en Antioquia fueron bautizados con apelativos vascos algunos derivados de topónimos existentes en las provincias vascas, tal es el caso de la familia Echavarría la cual a una de sus fincas puso por nombre “Villa Markina” en honor a la villa de donde tiene origen su apellido vizcaíno. También sabemos que otra de las propiedades adquiridas por el industrial Alejandro Echavarría recibió el nombre de “Casa Vizcaya”.
Con el ejemplo anterior observamos que algunas toponimias vascas esparcidas por todo el territorio antioqueño tomaron los apellidos de sus antiguos moradores, mientras que otras por el contrario fueron bautizadas de manera intencional por sus propietarios con términos de lugares existentes en los territorios vascos.
Referencias léxicas del euskera en Antioquia
En algunos inmigrantes vascos que hicieron presencia en Antioquia durante el siglo XX se evidencian sus conocimientos del euskera, un claro ejemplo de ello es el caso del navarro Luis Zulategi, un dedicado estudioso e impulsor del euskera en su círculo de activistas vascos que tenían una red desde México hasta Argentina. Así mismo, en otros inmigrantes vascos se pueden observar que no sólo poseían conocimientos del euskera, sino que lo aplicaron en su entorno, por ejemplo, bautizando con nombres compuestos en euskera sus sitios de residencia. Ilustrando esta condición tenemos los casos de sos familias vizcaínas como los Arriola que bautizaron a su finca ubicada en el municipio de La Estrella con el nombre euskaro de Izarmendi ← izar, estrella + mendi, monte y los Mateos que en su residencia en Medellín pusieron la inscripción “gure etxe” ← gure, nuestra + etxe, casa y “leku eder” ← leku, sitio + eder, precioso. De igual forma esta costumbre se puede observar en algunos antioqueños de origen vasco como por ejemplo Liborio Echavarría Vélez quien también demuestra sus conocimientos en euskera al llamar a su casa de campo Echegorri ← eche, casa + gorri, roja, en efecto, esta residencia ubicada en el Picacho estaba construida en madera y pintada de rojo.
En la literatura podemos observar a otros antioqueños dejaban en su obra pinceladas del euskera como por ejemplo el poeta León de Greiff, quien solía emplear palabras en euskera referentes a personajes como Aldecoa ← alde, al lado + koa, el de (lugar). Este fue un personaje usado en la obra de León el cual estaba caracterizado como vasco nacido en Azpeitia y con conocimientos del euskera.
También en referencia a la literatura podemos encontrar a Juan Antonio Irazusta quien fue un escritor exiliado vasco que migró inicialmente al territorio antioqueño junto a su hermano Jesús, no duró mucho tiempo su estadía en Antioquia, sin embargo, tiempo después cuando se encontraba en Argentina escribió una obra en euskera llamada “'Bizia garratza da” en la que se pueden encontrar referencias al paisaje antioqueño.
De igual forma el poeta Carlos Edmundo Mejía demuestra su inquietud hacia el euskera al emplear como seudónimo el nombre de Ciro Mendia ← mendi, monte + –a, el (artículo), por esta razón el vasco Miguel de Zulategi se refería al poeta Ciro como “el monte” que es la traducción al castellano de la palabra euskerica Mendia.
La toponimia y léxico del euskera han viajado desde los montes pirenaicos hasta lugares remotos de América, por eso causa curiosidad encontrar etimologías del euskera un idioma tan antiguo en el actual territorio antioqueño. Autor:
Autor: Jon Ricaurte
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