sábado, 23 de febrero de 2019

Cinco inventos que se creen los vascos traspasaron en Antioquia

Sin duda los vascos han sido uno de los pueblos que constituyeron o formaron la antigua provincia de Antioquia que más han sido aclamados y publicitados, a ellos se les atribuyen el haber influenciado muchos de los elementos más característicos de la cultura, folclor y personalidad histórica antioqueña: emprendimiento, espíritu de aventura, palabra empeñada, energía creativa, frugalidad, sistema matriarcal y afición al canto, al juego y las apuestas. 
Algunas de estas características son comunes entre pueblos que tienen, en el día a día, que vencer los obstáculos de la imponente naturaleza: ríos, selvas y montañas, aunque también en algunas ocasiones puede tratarse de la tendencia a la grandilocuencia y exageración que es característica en esta región, pero también, como coincide la mayoría, se trata de reminiscencias que los vascos dejaron en su paso por estas comarcas fundadas en las ásperas y empinadas cumbres de los Andes. 

Lo cierto es que entre tópicos inverosímiles y otros más creíbles sobre los vascos, su herencia y traspaso a la región, en las letras antioqueñas de finales del siglo XIX y principios del XX se ha escrito y hecho mención sobre este pueblo suspendido en el tiempo y espacio: sea por su idioma arcaico y por su anclaje a los montes y valles pirenaicos colindantes con el bravo mar cántabro, que de ola en ola golpea con fiereza la costa formando el golfo de Vizcaya.

En especial causa curiosidad pensar en algunos elementos que se atribuye su introducción en Antioquia fue hecha por los vascos.

1. El Limón. No es de extrañar por todo lo anterior que se piense que en Antioquia fueron los vascos quienes introdujeron frutos como el limón, al menos en la opinión del escritor y periodista Benigno Gutierrez, al afirmar lo siguiente: 

"Por mi parte, rindo homenaje de gratitud al desinteresado hispano que nos trajo el Limón, para que fuera “casi una botica” en nuestro suelo, como asegura Posada Arango. Vale este árbol más, para mí, que las hazañas de Belalcázar y Robledo quienes turbaron el silencio de estas soledades vírgenes con el estruendo de sus armas y las obscurecieron con sus odios. Con el Padrenuestro y la Salve, nos trajeron los viejos vascos las naranjas, los limones, las cerezas, las manzanas, los duraznos… ¡Yo los bendigo!". Benigno A. Gutiérrez, Flora sonsonesa (1928).

2. El bambuco y la trova paisa: Se cree que los vascos trajero a estas montañas su aires musicales y su pasion por el canto, por esto no es descabellado que se haya comparado a los trovadores paisas con los bertzolariak y el bambuco antioqueño con el zortzico. Al menos así creía el músico Luis Zulategi cuando indicó que 

"Tenemos (en Antioquia) nuestra música, heredada del repentismo y de ciertos aires andinos como el Bambuco, Pasillo y Torbellino, muy emparentados con los vascos por ser el bambuco afín al zortziko y por ser la trova paisa repentismo puro símil al bertzolari en el pirineo. Por eso recordamos a un tal Ñito Restrepo, que nació en Concordia, otro pueblito antioqueño secuestrado por las montañas, selvas y ríos".  Luis Zulategi (1921).
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