domingo, 20 de diciembre de 2020

Los vascos y el vino en Antioquia el caso de Mario Puchulu

Foto: Lorenzo Villegas - @colombiaalacarta

    En la segunda mitad del dieciocho la provincia de Antioquia tuvo un gran auge económico, gracias a la economía minera y la inversión agrícola. Este auge económico hizo que los comerciantes antioqueños importaran productos de otras latitudes como textiles, vinos, aceites, cera, herramientas e imágenes religiosas, entre otras.
    En este mismo siglo ya existía un tráfico de vino importante que venía del Perú, pasaba por Guayaquil y penetraba las provincias occidentales como la de Antioquia y Chocó. Gracias a este el abastecimiento de vino fue constante en la región lo que sirvió para amenizar las fiestas religiosas, las reuniones sociales y las fechas importantes de celebración, entre otros.
    Franc Safford indica que entre los productos que se introducían a la región antioqueña estaban los vinos, en sus palabras: "Aunque se cultivó mucho maíz en Antioquia, base . principal de la comida de la región, buena parte de los artículos de consumo común se traían de fuera de ella; sobre todo harina y textiles burdos de las provincias orientales, y vino y artículos de España".
    Entre los comerciantes importadores de vino encontramos que algunos acusan un origen vasco, son los casos del alavés Carlos Gaviria y el vizcaíno José María Zuláibar. Esta última familia, el linaje de los Zuláibar, logró acumular un gran capital. A inicios del XIX los Zuláibar tenían tiendas y circuitos comerciales muy importantes en el país.
    Wenceslao Zuláibar tenía vinculos comerciales con la casa de comercio Darthez (franco-britanica), cuyos representantes venían del Beárn, su socio comercial era el vasco-francés Agustín Horment. Con esta casa importaban al país articulos procedentes de Europa y sobre todo del Francia. Entre ellos, por supuesto, estaba el vino francés, textiles, herramientas, comestibles y otros tipos de licores.
    Una de las principales familias que se emparentó con la familia Zuláibar fueron los Ospina, de ellos, heredaron toda su fortuna y su afición por lo vasco. De ahí que esta familia continuó con el negocio de la importación de licores como por ejemplo se ve tiempo después la Sociedad Rematadora de la Renta de Licores Destilados de Medellín, de la que fue su director Pedro Nel Ospina a finales del siglo. Esta compañía invitó a los vecinos de Medellín a degustar de sus vinos y brandies que tenían para remate.
    En el siglo XIX la fabrica de licores del estado hizo varios intentos para cultivar y fabricar vinos, se trajeron algunos especialistas extranjeros para este propósito.
Este impulso continuó en el siguiente siglo cuando la fabrica de licores departamental contó con la colaboración de varios inmigrantes, sobre todo italianos, españoles y franceses, quienes ayudaron en la fabricación y producción de vinos.
    A finales de la década de 1970 la fabrica de licores de Antioquia firmó un contrato con la compañía productora de vinos GIOL para la fabricacion y produccion de vinos y otros licores derivados de la vid. Para su dirección fue designado el argentino Mario Puchulu, de orígenes vasco-franceses e italianos, quien viajó a Medellín hacia 1980 para incorporarse a la recién fundada Fabrica de Vinos de Antioquia en asocio con la filial argentina GIOL.
    La fabrica de vinos llamada PROVICA tuvo una crisis económica a finales de 1990, lo que obligó a su cierre.
    Puchulu para entonces se había radicado en Medellín, donde había formado una familia. Su trabajo fue el de impulsar el mercado de vinos en Medellín y Antioquia. Este individuo se puso al frente de Expovinos la principal feria del vino del país establecida por una cadena de almacenes local.
    Sin duda, los aportes del vasco-argentino han sido significativos y ha contribuido al aumento del consumo y del conocimiento de esta bebida en el país.
En Antioquia, tierra donde se presumen las raíces vascas con gran exaltación, Puchulu no olvidó sus orígenes produciendo la siguiente impresión de las asociaciones de gastronomía locales:
    Don Mario Puchulú, como era conocido en el mundo de los vinos, fue el mismo “Marito”, un niño que creció en la finca La Bandera, al lado de su padre Cosme Alberto Puchulú y de su madre Juanita Giacca: él de origen vasco-francés y ella del Piamonte italiano.
    Quizás, de estos orígenes vascos e italianos le viene su afición y proyecto de vida que giró en torno al vino, tal y como lo reitera un diario local:
    Su entrada al vino fue natural, pues su madre, de origen italiano, provenía del Piamonte, tierra proverbial del Barolo. Su padre, de origen vasco-francés, fue viticultor en Mendoza y le ayudó a dar sus primeros pasos por viñedos y bodegas.
    En todo caso, don Mario Puchulú es tenido en Antioquia como uno de los principales impulsores del vino en la región y su obra es muestra de la pasión por este licor y su perseverancia para que Antioquia el vino tuviera un lugar muy especial.


Autor: Jon Errekarte

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